Así como ha habido ocasiones en que la lágrima irrumpe el frío contorno del rostro -y digo frío porque en ocasiones el aire acondicionado del cine está a punto de congelación, Ja, ja, ja.- también los hay en los que no puede haber otra cosa que un corazón palpitante y un descarga de adrenalina que hace difícil la permanencia en la butaca, en la sala o donde sea que estés; a mí me ha pasado esto con otra de las películas que recién he descubierto y ahora les hablo de “Happy Feet”; no concibo como se me pasaron éstas películas ¡qué bárbaro!
End-fin, también se los comparto porque me parece verdaderamente excepcional. Y espero en adelante no cometer tan tremendos errores. ‘¡promesa de garrita!’.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario