Y quiero aprovechar esta entrada para narrar la semana un tanto extraña que he tenido; no me quejo pues ha tenido de todo “como en botica”, iniciando el domingo con la entrega de los ‘Tony Awards’ en donde “La Cage” se llevó el premio como mejor reposición de comedia musical, “Red” mejor obra (no musical) por citar algunos.
Devoré en un solo día –el lunes- a nobel Gabriel García Márquez y su “Memoria de mis Putas Tristes” al tiempo que tomé a otra –para no variar- vieja conocida Zoé Valdés y su “Café Nostalgia”.
Ya para el martes, con el capítulo primero (El Olfato, desasosiego) de avanzada necesitaba escapar un poco de las presiones del ‘laburo’, que no ha sido nada condescendiente con mis emocionalidades, y decidí tomar un par de cervezas en un lugar común de mis más atesorados recuerdos y que recientemente ha venido a reinventarse y reposicionarse en mi presente “La Plazuela del Zacate”; lo curioso es que no sabía lo que me deparaba el ‘destino’ para tal ocasión de mero esparcimiento acompañado por el letargo del alcohol : tuve que volver la cara en el momento justo en el que irrumpía en el sitio el mayor y más hermoso fantasma de mi pasado, el cual por cierto descubrí no tan pasado ja ja ja, pero éste con nada de pasado sino con un presente bien definido por lo que pude advertir con el vistazo procaz que fue imposible evitar.
Como gesto de cortesía se acercaron a saludar y lo propio hice al invitar a compartir conmigo un trago que amainara el denso ambiente que duro segundos pero sentí como horas. End-fin sin mayor apuro se fueron, volvieron y… reprimí, al grado máximo que es posible concebir, una mirada delatora que me expusiera tan frágil como soy. Y no es que me avergüence de ser así débil, pero siempre me esforzado por parecer lo contrario ¡qué estupidez!
Aunque mínimos, los mensajes subconscientes fueron los adecuados y llegaron de ambas partes, caricias, cariños, te extraños, te quieros se volcaron sobre la atmosfera: esas cosas que -dicen los que saben- se dicen sin decir, sin hablar es el corazón el que grita, la mente la que traiciona, y es que como diablos se puede eliminar un lenguaje de amantes que han trascendido batallas tremendas. Claro –y sobra decirlo- hay que mantener la distancia prudente pues existe alguien más a quien habré de respetar porque significa un presente paradójico para mi pasado.
Para el miércoles tenía nuevamente las ideas revueltas y es que me impacientan completamente, hoy lo tengo clarísimo, esos episodios; sin embargo soy ¡valiente! ó al menos me fuerzo a serlo para seguir mi camino, además con tantas cosas pendientes que tengo en la cabeza es imperiosa obligación hacerlo.
Este día se plantea un futuro, una posibilidad de la cual –si soy franco- aun no me he enganchado, el tiempo y la racionalidad responsable dispondrán las circunstancias porque los actores están en la escena.
Jueves, la esperanza de nuestra selección , el orgullo, la pasión deportiva, la euforia es lo único que se podía respirar en el aire; y es que -según los expertos- es algo histórico, nunca habíamos derrotado a Francia en un mundial de futbol; y yo que voy a saber si mi fanatismo no llega a más de compartir la emoción de un partido ya sea cuidando un chínelo de plata, ó compartiendo con ‘chelas’ un partido que fueron las grandes ausentes pues los horarios "laborales" no combinan con éstas. Ja, ja, ja!!!
El viernes perdí completamente la calma, durante el día fue agonizante imposible dejar de recordar, de imaginar, de resolver situaciones que yo y solo yo sé lo que me significan. Aunque para la noche, en casita y ya con la familia, me sentí, por decirlo de alguna forma ¡protegido! Y me dio una calma que me permite hoy día –sábado- plasmar el transcurrir de una semana en la vida mía.
¡Qué loco! ¿no?
