viernes, 11 de marzo de 2011

Sigo con Dostoyevski.


“... ¡Oh, qué miserable es todo esto! ¿Y podría justificarse alegando su estado de embriaguez? Aquella estúpida justificación no hacía más que envilecerlo. Con el vino se dice la verdad, y he aquí que bajo la influencia del vino había dicho toda la verdad, es decir, la bajeza de un corazón groseramente celoso…”




"… a mi entender, para andar por el mundo hay que vestir siempre con arreglo a la estación. Las personas razonables no comen espárragos en el mes de enero; yo he seguido siempre esta regla para mis compras…"